En este artículo queremos exponer la relación que existe entre el hambre y las emociones, la diferencia entre el hambre físico o real con el hambre emocional y diversas estrategias para poder combatirlo.
Las emociones pueden influir en la alimentación
Existen tres elementos individuales que influyen en la elección de los alimentos: cognitivo, afectivo y conductual.
En el presente artículo nos centraremos en el plano afectivo, ya que se ha constatado que los estados emocionales pueden incidir en la conducta alimentaria, así como la alimentación transformar las emociones y estados de ánimo.
¿En qué se diferencia el hambre emocional del hambre real?
En muchas ocasiones, sentimos diversas emociones desagradables como, por ejemplo, ansiedad o culpa y sentimos la necesidad de consumir algún alimento. Asimismo, cuando sentimos emociones agradables, tales como alegría o felicidad también tenemos esa necesidad de ingerir comida.
Esto se debe a que confundimos el hambre real con el emocional. En este primero, el cuerpo nos envía unas señales llamadas fisiológicas de hambre o saciedad y a través de estas sabemos si tenemos necesidad de comer o, por el contrario, estamos llenos. En el segundo caso, se confunden las señales fisiológicas con el estado emocional que estamos sintiendo en ese momento dado. De manera que, a pesar de no tener hambre, ingerimos alimento.
¿Qué puedo hacer para combatirlo?
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- Identificar las señales que nos manda el cuerpo y comer cuando nos lo pida.
- Beber mucha agua, debido a que en ocasiones el cuerpo confunde el hambre con la sed.
- Evitar las dietas estrictas, puesto que el objetivo de éstas es la prohibición de ciertos alimentos, lo que puede aumentar el placer por consumirlos.
- Averiguar el origen de ese hambre emocional y preguntarnos la razón por la cual necesitamos ingerir alimento.
- Comer sin prisas y sentado.
Estas son algunas de las estrategias que podemos emplear para distinguir el hambre emocional del real. Si tienes dificultades para diferenciar ambos conceptos y consideras que necesitas ayuda, puedes acudir a nuestro centro donde te ayudaremos a combatir el hambre emocional y a escuchar las señales que nos manda el cuerpo.
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