ComprasEl Black Friday a finales de noviembre, es para muchos el inicio de las navidades, unas fiestas que ya son sinónimo de compras. Las navidades que eran unas fiestas tradicionalmente familiares y hogareñas se han convertido en la fiesta reina del consumismo, los preparativos, cenas de empresa y familiares, regalos, lotería y, después de las fiestas, las rebajas. Estos son motivos más que obligados para tener que salir a comprar. En ocasiones, estas compras se nos van de las manos y, sobre todo, de la tarjeta de crédito. Pero, ¿realmente necesitamos hacer todas esas compras? ¿Voy a usar esos zapatos que ahora no sé con qué combinarlos? ¿Este comportamiento esconde algún trastorno?

 

¿Qué es el trastorno de compras compulsivas?

El trastorno de compras compulsivas (TCC), también llamado Oniomanía o síndrome del comprador compulsivo, se caracteriza por tener una necesidad irresistible de comprar todo tipo de objetos y prendas que no son necesarios, estas compras se realizan con ansiedad o malestar y después de realizar la conducta, se siente un alivio momentáneo, seguido de sentimientos de culpabilidad y vergüenza. Estas compras se intentan esconder, se miente sobre el origen y provoca quedarse en números rojos, y puede derivar en discusiones con la familia y problemas económicos.

 

¿Cómo se llega a tener el síndrome de comprador compulsivo?

Las marcas y tiendas utilizan todo tipo de métodos para llegar a través de los cinco sentidos a los potenciales clientes, además la sociedad de consumo nos ofrece determinados objetos y tendencias para estar a la moda o para mostrar estatus, todo esto nos “obliga” a consumir y con la llegada de las nuevas tecnologías, ya ni siquiera es necesario desplazarse, las empresas nos bombardean con publicidad de sus productos en las redes sociales, las películas, además de los clásicos anuncios o escaparates. Esto hace que compremos objetos que no vamos a utilizar o que compremos de manera impulsiva, sin embargo, no toda la población tiene este trastorno, así que además de estos factores hay otros que pueden influir.

Padecer ansiedad, depresión, alteraciones del estado de ánimo, trastorno obsesivo compulsivo o estrés, son factores que pueden facilitar la aparición de este problema. También tener baja autoestima, ya que estas personas buscan la aceptación social y necesitan ir a la moda o mostrar estatus, para sentirse aceptadas.

Saliendo de compras a solas o con compañía, conseguimos distraernos y olvidarnos temporalmente de los problemas, pero cuidado, las compras activan los circuitos de recompensa del cerebro, y hace que sintamos placer, no es bueno abusar de ellas, por lo que es conveniente diferenciar la compra excesiva de la compra compulsiva o patológica.

 

¿Qué puedo hacer?Compras compulsivas

Para poder prevenir estas compras compulsivas podemos planificar lo que necesitamos antes de salir de casa, por ejemplo, haciendo una lista de la compra, aunque a veces se puede comprar por impulsos, no perdemos el control y después de la compra nos sentimos satisfechos.

Si notamos que perdemos el control y nos sentimos mal después de gastar nuestro dinero en compras inútiles, necesitamos tomar medidas urgentes. El primer paso es reconocer que tenemos un problema y buscar apoyo en el entorno familiar y amigos. Si con esto no es suficiente necesitas ayuda de un profesional, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado mayor eficacia en este tipo de dificultades.